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Prevención de lesiones

El ciclismo es considerado un deporte muy lesivo, aunque en su gran mayoría son lesiones traumáticas, este deporte será objeto del presente trabajo. En este caso se quieren analizar las lesiones no traumáticas, para efectuar protocolos tanto de prevención como readaptación de estas. Puesto que las lesiones traumáticas son debidas a colisiones con coches (Rasanen & Summala, 1997) y caídas, y no podemos actuar sobre su prevención.

Además, el ciclismo es uno de los deportes en el que más secuelas se producen tras el accidente, un 66,7% (González, Vicente, Orbáiz, & Cabello, 2015). Otro dato importante que apoya nuestra decisión de trabajar en este deporte, es que es uno de los deportes más practicados en España, según estos mismos autores, un 19,4% de la población española practica ciclismo; como deporte más practicado se sitúa el futbol, seguido de la natación y a continuación el ciclismo.

Otro dato que tendremos en cuenta en este trabajo y nuestra forma de enfocarlo, es el índice de lesión referente a hombres y mujeres en ciclismo. González y sus colaborados (2015) aseguran que el porcentaje de mujeres lesionadas dentro del ciclismo es de un 1,35% y el de hombres de un 3,50%. 

Epidemiologia de lesiones en el ciclismo

El estudio de González y sus colaboradores (2015) muestra la epidemiologia de las lesiones en la población española activa (figura 1), es decir, que practica deporte. Además, estos resultados muestran la diferencia entre géneros y el total de la población. Vemos como resaltan las lesiones musculares por encima del resto, en ambos géneros.

Figura 1. Epidemiología de las lesiones en el deporte de ocio en España. (González, Vicente, Orbaiz & Cabello, 2015) gris = hombres; azul claro= mujeres; azul oscuro = total.

Una de las principales causas de lesión en el ciclismo, como ya hemos indicado, son las caídas o golpes, lo que llamamos lesiones traumáticas, que podríamos encuadrarlas en lesiones superficiales, fracturas óseas, esguinces, roturas de ligamento o lesiones articulares siguiendo la figura anterior. Esto es debido a que los ciclistas están expuestos a una gran probabilidad de sufrir una caída, ya que se exponen a grandes velocidades y carreteras sinuosas. Además, a esto hay que añadirle que su única protección es su piel, un casco y unos guantes, lo que hace que estas lesiones sean tan graves.

El resto de las lesiones que se producen, al margen de las traumáticas, son debidas al uso continuado de una mala postura en el pedaleo, puesto que se producen en 100km, o entre 15 y 20.000 pedaladas (Commandré et al., 1987), es decir, durante un gesto repetido un gran número de veces. Este tipo de lesiones podríamos clasificarlas siguiendo a González y sus colaboradores (2015), en esguinces, roturas de ligamento, lesiones de tendón, lesiones musculares y lesiones articulares. Por ello, debido a que el ciclismo es un deporte cíclico, se recomienda llevar a cabo un Bike Fit básico (antropometría y goniometría estática) en aquellos corredores amateurs que hacen menos de 5.000kms al año, y un Bike Fit avanzado, en los corredores profesionales.

El Bike Fit básico consiste en tomar las medidas antropométricas del sujeto, para luego trasladarlas a la bicicleta. Según Silberman, Webner, Collina y Shiple (2005) los pasos a seguir para realizarlo son los siguientes:

  1. Primero, medimos la talla o estatura (H). Después, tomamos la medida trocantérea (HT), es decir, la medida de la extremidad inferior, desde el trocánter hasta el suelo, y  la medida de la entrepierna (HE), es decir, la distancia desde el suelo hasta el isquion (figura 2).

2. A partir de aquí pasamos a trasladar estas medidas a la bicicleta tras la siguiente ecuación:

(Hs = 1.01 x (HT – Biela))

obtendríamos la altura a la cual debe situarse el sillín (Hs).

3. La medición del retroceso del sillín, que está relacionada con la implicación de los músculos flexores de la rodilla, se mide con una plomada y la distancia hasta el eje pedalier (figura 3).

Figura 2. Medidas antropométricas. Estatura (H), altura trocantérea (HT) y altura de la entrepierna (HE).

Figura 3. Retroceso sillín de la bicicleta

4.Para acabar, tenemos que medir la distancia entre el sillín y el manillar, y la diferencia de altura entre ambos, pero estas medidas no intervendrían de manera directa en la cadena cinética del pedaleo.

El Bike Fit avanzado es para ciclistas con un volumen de entrenamiento anual mayor, y consiste en plantear todas las medidas tomadas en el Bike Fit básico con el ciclista en movimiento, calculando los ángulos de rodilla, tobillo y cadera, en este orden de importancia. De ahí, podemos obtener una valoración cualitativa y cuantitativa, y tomar decisiones sobre las medidas de la bicicleta a través de una goniometría dinámica (figura 4).

Figura 4. Ángulos correctos de Bike Fit avanzado. (Imagen propia)

Este tipo de estudios biomecánicos son básicos y necesarios como primera medida de prevención de futuras lesiones. Estas técnicas biomecánicas ajustan la bicicleta a las medidas antropométricas del ciclista, lo cual es de vital importancia. Con ellas tratamos de buscar también los ángulos correctos de pedaleo en las diferentes articulaciones de las extremidades inferiores (cadera, rodilla y tobillo). Esto es importante puesto que, si a la repetición del movimiento le añadimos ángulos de pedaleo incorrectos en cadera, rodilla y tobillo, aumentará la probabilidad de sufrir lesiones. Estas articulaciones serían las involucradas en primer lugar por fallo en la disposición de la bicicleta, pero esto último puede derivar también en dolores lumbares, de la cintura escapular, manos y muñecas,como observamos en la tabla 1.

epidemiologia 

Distribución, frecuencia y factores de las lesiones. 

Lesiones 

Una de las principales lesiones dentro del ciclismo

Rasgo, característica o exposición  que aumente la probabilidad de sufrir una lesión.

Factores de riesgo

Calentamiento tipo

Preparación del cuerpo para el ejercicio 

Preparación y disposición que se hace anticipadamente para evitar un riesgo o ejecutar algo

protocolo de prevención 

Lesión

Tabla 1. Lesiones, posiciones y ajustes de la bicicleta (Extraído de Silberman, et al., 2005)

Entrando ya en materia, en cuanto a la epidemiologia de lesiones en el ciclismo se refiere,  Bini y Carpes (2014) muestran en su estudio las lesiones con mayor incidencia en ciclistas (figura 5):

  • Lumbares 30-75%

  • Glúteo 42-64%

  • Rodilla 21-65%

  • Muñeca y mano 10-70%

  • Espalda escapular 9-66%

 

En la tabla 2 se muestra una revisión realizada por Deltori y Norvell (2006).

Tabla 2. Estudio sobre la frecuencia de lesiones no traumáticas en ciclistas (Deltori &  Norvell., 2006)

Como vemos en esta tabla, las lesiones que mayor frecuencia tienen coinciden anatómicamente hablando, aunque los porcentajes discrepen, teniendo en cuenta que la definición de lesión en los estudios es ligeramente diferente. Las rodillas, las manos o las muñecas, y los glúteos, son las partes del cuerpo que más dolor o malestar producen a los ciclistas. Coincidiendo así con el estudio de Beni y Carpes (2014).

Siguiendo con el estudio de Bini y Carpes (2014), estos autores indagan más en el tipo de lesiones de las partes ya citadas, y llegan incluso a proponer el mecanismo que las provoca, en relación a la bicicleta, por uso excesivo de esta, que como hemos indicado en este deporte será lo que provoque las lesiones no traumáticas. Todos estos datos los observamos en la tabla 3.

Tabla 3. Mecanismos más comúnmente referidos para el desarrollo de lesiones por uso excesivo en ciclistas (Bini y Carpes, 2014).

La lesión 

Las lesiones en ciclismo, como se ha señalado ya, son debidas a la complejidad de la biomecánica de la bicicleta, a la repetición gestual de pedaleo y, además, a la presión femoropateral.

En este trabajo vamos a centrarnos en la articulación de la rodilla. Dentro de las lesiones que se producen acerca de esta, pondremos especial interesen la tendinopatia de la pata de ganso, como veremos más adelante.

La rodilla es la articulación del cuerpo del ciclista que está más sometida a micro traumatismos, debido a la fijeza a la que está requerida mediante el pedal, para que este tenga un buen rendimiento. Otro de los motivos, es la repetición del gesto del pedaleo, en el que la rodilla debe flexionarse y extenderse. Para esto intervienen las contracciones del cuádriceps, de los músculos isquiotibiales y del psoas iliaco, en todo momento para realizar el pedaleo.

Otro aspecto que tenemos que tener en cuenta, es que la rodilla, en todo momento, debe rotar controladamente la tibia sobre el fémur. Este movimiento lo realizan los rotadores externos (bíceps crural y fascia lata) e internos (sartorio, recto interno y pata de ganso).

Además, está sometida a la presión femoropateral, es decir, las presiones de los músculos del muslo y la resistencia del tendón de la rótula, que aplastan con fuerza la tróclea femoral.

Las lesiones más frecuentes en las rodillas de los ciclistas según Cerro (2014) son las  tendinopatas producidas por microdesgrarros de las fibras de colágeno, entre las que encontramos las tendinopatias del aparato extensor, tendinopatias de los rotadores, la patología femoro-patelar y la lesiones menicales o ligamentosas en la rodilla. También Bini y Carpes (2014) señalaban las tendinopatías entre las lesiones que más se producen en esta articulación.

Teniendo en cuenta lo anteriormente descrito, dentro de todas las lesiones que pueden producirse en la rodilla, las más frecuentes son las tendinopatias.

Las tendinopatias son lesiones que provocan dolor y afectan al rendimiento del deportista. La dificultad en el tratamiento de lesiones debidas a sobrecarga se contraponea que el deportista necesita solucionar dicho problema con la mayor brevedad posible. En este tipo de lesiones existe un componente inflamatorio, pero también hay otro componente como es el degenerativo, con más importancia.

En la figura 6 se muestra la localización habitual de las tendinitis de rodilla en los ciclistas.

Figura 5. Localización de las tendinopatías en ciclistas (Crespo, 2015)

Según Judet (1986) la posición de la articulación subatragalina es esencial, ya que depende de la pronación cuando el pie gira la tibia hacia dentro y en la supinación hacia afuera. Para conocer si se trata de esta lesión en la tendinopatias existe un dolor “vivo y exquisito a la palpación” (Commandré et al, 1987) debajo de la interlinea articular. Los síntomas que aparecen debido a esta lesión son de intensidad variable, localizado encima de la tuberosidad anterior de la tibia. En nuestro caso la elegida es la tendinopatia de los rotadores, que es especifica en los ciclistas debido a que están ligadas a “la rotación automática de la rodilla en
hay una rotación externa de la tibia, decreciendo en flexión hasta los 30º. Por ello, la biomecánica juega un papel importante en esta lesión, como ya hemos indicado y como veremos a continuación con más detalle, ya que si las calas (zapatillas fijas a la bicicleta) estuvieran mal colocadas, afectaría directamente a los músculos rotadores.
Los movimientos que la rodilla realiza una y otra vez son los de flexo-extensión, en estos los cóndilos femorales ruedan y se deslizan sobre las glenoides tibiales, por lo tanto, el eje en torno al cual se realiza este movimiento varía de posición y dirección constantemente como vemos en la figura 6.

Figura 6. Fases de pedaleo (Cerro, 2014

Según la definición de Pita Fernández (1997), un factor de riesgo es “cualquier característica o circunstancia detectable de una persona o grupo de personas, que se sabe asociada con un aumento en la probabilidad de padecer, desarrollar o estar especialmente expuesto a un proceso mórbido”
Los factores de riesgo según Giménez, Larma y Álvarez (2014) se pueden dividir en interno y externos (figura 7).
Por un lado, los internos que influyen en el riesgo de padecer la lesión son las características propias del deportista, los que ponen al deportista en predisposición de lesionarse. Entre ellos se incluyen, por ejemplo:

  • Edad

  • Sexo

  • Composición corporal

  • Lesión previa

  • Flexibilidad

Por otro lado, los factores externos son aquellos que modifican el riesgo de padecer una lesión y son:

  • Calzado

  • Superficie

  • Condiciones meteorológicas

Factotres de riesgo

Figura 8. Desarrollo de la lesión en relación con los factores de riesgo. (Giménez, Larma, & Álvarez, 2014)

La confluencia de ambos factores es lo que lleva al deportista a caer en una posible lesión, aunque no son suficientes para provocar la lesión, pero si lo ponen en la predisposición de que suceda como se muestra en la figura 8.

Figura 7. Factores de riesgo internos y externos (Giménez, Larma,& Álvarez, 2014)

Siguiendo con estos autores y su clasificación de los factores de riesgo, en las figuras 9 y 10, se muestran estos mismos, pero con mayor detalle.

Figura 9. Factores intrínsecos (Giménez, Larma, & Álvarez, 2014)

Figura 10. Factores extrínsecos (Giménez, Larma, &Álvarez, 2014)

Centrándonos en el ciclismo, Van Mechelen (1992) diferencio estos factores según esta tabla:

Figura 11. Calvo López, M. D. C. (2009). Análisis de los factores de riesgo de lesión en el ciclismo de carretera federado en la Región de Murcia.

Aquellos factores que depende del sujeto son los intrínsecos; aquellos que dependen del medio en el cual se desarrolla la actividad son los factores extrínsecos. Además, añade una clasificación más que es el binomio ciclista- bicicleta que nacen de englobar aquellos factores que se derivan del ciclismo en sí.
Dentro de los extrínsecos encontramos los siguientes:
 Número de repeticiones del movimiento:
Una de las principales causas en las lesiones no traumáticas en el ciclismo, como antes hemos comentado, es la repetición del movimiento en el pedaleo, puesto que se producen unas 15-20.000 pedaladas por cada 100kms que realiza el ciclista. Lo que hace que aumente el riesgo lesional.
 Calzado deportivo:
El anclaje con el que se fija el pie del ciclista a la bicicleta es un factor determinante a la hora de producir lesiones. Una mala colocación de los mismos puede hacer que el ángulo del tobillo, rodilla y cadera, se vea modificado hacia dentro o hacia fuera. Lo cual cambiaría todos los patrones correctos de pedalada, y supondría si cabe el desarrollo de una posible lesión, encadenada así con la repetición del movimiento. Puesto que, si a esto le incluyes estar durante un determinado tiempo en un sinfín de ocasiones mal posicionado encima de la bicicleta, caben el doble de posibilidades de sufrir una lesión.

  • Distancia excesiva

Según Cerro (2014) una posición muy alta del sillín tendría relación directa con la tendinopatía de la pata de ganso.

Figura 12. Lesiones derivadas de la posición del sillín de la bicicleta. (Cerro 2014)

  • Técnica incorrecta

Relacionado también con la biomecánica de la bicicleta, factor determinante a la hora de producirse una lesión.

Figura 13. Medidas para la mejor posición del ciclista (Cerro, 2014)

Calentamiento tipo 

Figura 14. Fases del calentamiento, características y objetivos del mismo.

Dentro de la modalidad deportiva de la que consta el trabajo, el ciclismo, no hay artículos que especifiquen un calentamiento antes de subirse a la bicicleta para competir. Esto también sucede para prevenirlas ya que en el comienzo tanto de un entrenamiento como una competición existe un tiempo previo dedicado a la adaptación del cuerpo a un ejercicio y por tanto ir cogiendo pulsaciones y temperatura óptimos para la práctica del deporte en sí.
Podemos diferenciar entre el calentamiento para un entrenamiento o calentamiento para una competición:
1. Por un lado, el calentamiento en un entrenamiento va incluido en el entrenamiento en sí. La diferencia que cabe destacar entre otros deportes y el ciclismo, es que este último no incluye otros ejercicios, sino que simplemente consta de un determinado tiempo al inicio del entrenamiento en el cual se realiza un rodaje suave, sin apenas exigencia, realizando el pedaleo biomecanicamente correcto, hasta que el cuerpo “entra en calor”. De ahí podemos pasar a la parte principal del entrenamiento que constará, o bien de series, rodaje, etc.
2. Sin embargo, por otro lado, el calentamiento previo a una competición con normalidad este calentamiento se suele realizar en estático, puesto que con instrumentos como el rodillo puedes modular el esfuerzo al cual va a someterse el ciclista. Esto también podría ejecutarse en carretera, pero es más difícil de controlar y existen más distracciones las cuales nos pueden apartar del objetivo de esta parte, que es preparar al cuerpo para la competición. Dentro de este calentamiento podríamos distinguir varias etapas:
a. La primera de ellas consiste en tomar contacto con la bicicleta, dura unos 5 minutos aproximadamente.
b. Después se pasa a las series, con un corto periodo de duración y mucha recuperación en comparación con el esfuerzo. Se pide al ciclista que suba los vatios y con ellos llegue a las pulsaciones submáximas por unos segundos. En este punto no se trata de desgastar al ciclista, sino de subir sus pulsaciones para la futura adaptación al esfuerzo en la competición.
c. Por último, existe un periodo en el cual el ciclista debe mantener un ritmo medio - alto, puesto que son los minutos antes a afrontar la competición y el nivel de exigencia que ahí se va a encontrar es máximo.
La parte inicial del calentamiento constará de una serie de estiramientos los cuales se exponen a continuación, debido a que según un estudio de Ayala, Sainz de Baranda, Cejudo, y de Ste Croix (2011) “La realización de estiramientos como parte fundamental de todo calentamiento ha sido ampliamente recomendado”. Además también afirman que la realización de estiramientos incluidos en el calentamiento está ampliamente recomendada en programas de prevención de lesiones, rehabilitación, mejora de la salud y aumento del rendimiento deportivo.

Factores de riesgo
Epidemiologia
Calentamiento tipo
Protocolo de prevención

Diferentes autores como Devís y Peiró (1997) y Delgado et al. (1999), indican que toda sesión debe ser estructurada de forma lógica, es decir, aumentando en intensidad, por ello el calentamiento debe usarse al inicio de la sesión para preparar la parte inicial. Con lo que la sesión la podríamos dividir de una forma clásica en tres partes: la primera de ellas, el calentamiento; después, la parte principal; y por último, la vuelta a la calma.
También Villar (1992) dice que el calentamiento es "el conjunto de actividades o de ejercicios, de carácter general primero y luego específico, que se realizan previa a toda actividad física en que la exigencia del esfuerzo sea superior a la normal, con el fin de poner en marcha todos los órganos del deportista y disponerle para un máximo rendimiento".
Los objetivos del calentamiento como indica Villar (1992) son dos:
 Preparar de forma física, fisiológica y psicológicamente al individuo para comenzar una actividad física.
 Ayudar a la prevención de lesiones.
Las fases del calentamiento segun Padial (2001) son:
1. Esfuerzos preliminares o estiramiento: entre 5 y 10 minutos para incrementar la temperatura corporal, muscular y la elasticidad. Esta fase comprende estiramientos sin rebote, en una posición que no sea dolorosa.
2. Calentamiento general: su función es incrementar la temperatura, amplitud de movimiento y la actividad en los diferentes sistemas. Por lo que esta fase deberá durar entre 10-15 minutos.
3. Calentamiento especifico o actividad formal: es decir usar el gesto de la competición aumentando progresivamente la intensidad, durante unos 5–10 minutos.
Otro de los autores que hace una diferenciación en las partes del calentamiento es Serrabona et al. (2004) con esta tabla clasificatoria:

En la tercera parte del calentamiento es dinámica sobre la bicicleta, poco antes de tomar la salida y depende del tipo de competición que sea se realizará de una forma u otra. En este caso se muestra un calentamiento de carrera en línea y otro de contrarreloj, centradas en disponer al cuerpo para dicha competición. Para controlar al deportista, se fijan una serie de zonas de frecuencias cardiacas, dentro de las cuales deberá permanecer durante un determinado periodo de tiempo durante el calentamiento. Dichas zonas se exponen en la siguiente tabla:

Nota: las pulsaciones dependerán de la frecuencia cardiaca de cada persona, dato aproximado de una chica, deportista desde edad escolar y 16 años, con pulsaciones bajas.


Calentamiento bici carretera
Calentamiento para competición de ciclismo en línea, se da previamente en rodillo.

Se conoce como prevención “a la preparación y disposición que se hace anticipadamente para evitar un riesgo o ejecutar algo” (Giménez, Larma & Álvarez, 2014) por ello la previsión lesional consiste en un conjunto de medidas para preservar de lesión al deportista.

Protocolo de prevención 

Protocolo de readaptación 

Referencias Bibliográficas 

1. Ayala, F., Sainz de Baranda, P., Cejudo, A., & de Ste Croix, M. (2011). Efecto agudo del estiramiento sobre el rendimiento físico: el uso de los estiramientos en el calentamiento. CCD. Cultura_Ciencia_Deporte doi: 10.12800/ccd, 6(16), 27-36.
2. Bini, R. R., & Carpes, F. P. (Eds.). (2014). Biomechanics of Cycling. Springer International Publishing.
3. Bini, M. R., Hume, P. A., & Croft, J. L. (2011). Effects of bicycle saddle height on knee injury risk and cycling performance. Sports medicine, 41(6), 463-476.
4. Calvo López, M. D. C. (2009). Análisis de los factores de riesgo de lesión en el ciclismo de carretera federado en la Región de Murcia.
5. Cerro Rodríguez, B. (2014). Influencia de la biomecánica en lesiones de rodilla del ciclista.
6. Commandré, F. A., Viani, J. L., Zakarian, H., Denis, F., Barral, P., Fornaris, E., & Raybaud, A. (1987). Patología de la rodilla del ciclista. Archivos de Medicina del Deporte Volumen V, 31-42.
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10. González, C. G., Vicente, R. A., Orbáiz, R. V., & Cabello, E. N. (2015). Deporte de ocio en España: epidemiología de las lesiones y sus consecuencias. Apunts. Educación física y deportes, 1(119), 62-70. 11. Gregor, R. J., & Conconi, F. (2012). Ciclismo en carretera. Editorial Hispano Europea. Barcelona. 12. Neely, F. G. (1998). Intrinsic risk factors for exercise-related lower limb injuries. Sports medicine, 26(4), 253-263. 13. Ramos, J. C. (2009). El calentamiento general y específico en la educación Física. Ejercicios prácticos (No. 118). Cultivalibros.
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Protocolo de readaptación
Referencias Bibliográficas

© 2017 by Itziar Abascal. Universidad de León with Wix.com

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